23 de junio de 2016

La habitación del dragón volador (Joseph Sheridan Le Fanu)


1872 fue un año clave para el escritor irlandés Joseph Sheridan Le Fanu, dos de sus obras más conocidas, y que han aguantado con dignidad el paso del tiempo son "Carmilla" y "La habitación del dragón volador", dos clásicos de la literatura gótica tardía cosechados ese año. 

Ese dato no tendría más importancia, sino fuera porque Le Fanu murió un año más tarde (1873) recluido en su hogar, alejado de la sociedad, y con todos los síntomas de sufrir una fuerte depresión a causa de la muerte de su esposa. En esa época se ganó el mote de "Principe Invisible" por su reclusión, y cuenta su biografía que escribía sus relatos acosado por poderes malignos del más allá. Según su teoría cuando el espíritu de la persona es débil se abre una puerta en el inconsciente por donde se puede percibir la esencia del mal.

"La habitación del dragón volador", también traducido al castellano como "La posada del dragón volador" se aparta un poco del ambiente sobrenatural de la novela gótica típica, y entra de lleno en uno de los terrores más pavorosos que ha angustiado al hombre desde siempre: Ser enterrado vivo.

El relato se ambienta tras las guerras Napoleónicas, un periodo de tiempo donde los Británicos envalentonados con sus victorias se dedicaban a pasear por los territorios vencidos. En este caso, un joven inglés aristócrata viaja a Francia en busca de nuevas emociones, allí conoce de forma casual a una bella dama de la cual queda prendado. Varios personajes se cruzan en su camino y le ayudan a conocer a la misteriosa dama en un baile de disfraces en París.

El ingenuo inglés se aloja en la posada el dragón volador, una hospedería con una larga historia de desapariciones y leyendas sobrenaturales. Allí es citado por la dama, que muestra interés en él, a pesar de ser una mujer casada. Una trama conspiranoica se cierne sobre el joven, ¿ Será capaz de sobrevivir a ella ? 

Recuerdo haber leído este relato en 1983 editado por Forum en la célebre biblioteca del terror (las de tapa negra), entonces era un adolescente, y he de reconocer que transcurridos más de treinta años no recordaba absolutamente nada de la historia. Está claro que el relato no me caló; no así como la colección entera, sin la cual hoy en día es posible que este blog no existiera.

Nota: 6,5/10

No hay comentarios: