3 de junio de 2016

Turno de noche (Ramsey Campbell)


Una de cal y otra de arena, ese el concepto que de momento tengo en este blog de Ramsey Campbell, Me pareció horrible el primer libro suyo que tuve oportunidad de leer "Los sin nombre", después su percepción como escritor mejoró con "Influencia", y ahora, "Turno de noche" vuelve a decepcionar. Campbell está considerado un autor de bestsellers, consagrado como referente en el género de terror, y capaz de rivalizar con el propio King, pero una cosa te digo Campbell: Se te están acabando los cartuchos en este blog, tardaré bastante tiempo en volver a darte otra oportunidad.

Al grano, la historia de "Turno de noche" se ambienta en una flamante tienda de libros situada en un centro comercial de la campiña inglesa, una zona despoblada, a la que sólo se puede llegar por autopista, y donde parece haberse instalado una densa niebla perenne.

En la tienda trabaja un batallón de personas, tantas que aquello parece el camarote de los hermanos Marx en temporada alta. Eso, que no debería ser el centro de atención del lector, pero al autor le parece que sí, y dedica más de trescientas páginas a describir las personas que trabajan en la librería. Apunta: Woody, Jill, Madeleine, Nigel, Agnes, Wilf, Jake, Ross, Ray, Connie, Angus, Greg, Gavin, Lorraine. ¿ Te importan los nombres ?, No, a mi tampoco. 

Después de una larguísima y tediosa introducción capaz de aburrir al lector más entusiasta, el foco de la acción se centra en que todos los trabajadores tienen que cubrir un turno de noche. De la forma más absurda, esa noche comienzan a suceder hechos extraños que van a precipitar el final de una manera tan insulsa que parece mas bien un insulto a la inteligencia del lector.

Si yo fuera profesor de escritura, recomendaría a mis alumnos leer este libro para que vieran todo aquello que no funciona en una novela: Personajes planos (ultraplanos sería más correcto) que no aportan nada a la trama, y lo peor de todo, que no se distinguen unos de otros. Acción escasa (nula sería más correcto), el lector está esperando que pase algo con sentido, y sólo lo consigue cuando consigue leer "FIN". Trama poco comprensible (absurda sería más correcto), el lector no es capaz de discernir que está pasando, por qué de repente hay un persona hundida hasta el cuello de barro en medio del camino, o por qué entra agua dentro de un montacargas sin ninguna razón. Ambientación monótona, ya sabemos que hay niebla, mucha niebla, niebla a mogollón, pero oye, que eso por sí sólo no asusta, sino que se lo digan a los de Lleida.

Simplificando, el género de terror aguanta muchas cosas, pero no vale todo, el lector exige un mínimo de coherencia; lamentablemente, en "Turno de noche" no la hay.

Nota: 2/10

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