9 de marzo de 2015

El canto del cisne (Robert McCammon)



En 1987 se produce un hecho poco frecuente en la entrega de los premios Bram Stoker, (que como buen lector de novelas de terror sabrá, o debería saber, se trata del galardón que se otorga a la novela considerada como la mejor del género de terror de cada año). Ese año, hubo dos ganadores, es decir, un empate entre las novelas Misery (Stephen King) y El canto del cisne (Robert McCammon).

Sólo este dato, por sí sólo, es garantía de que estamos ante un novelón con mayúsculas, y si yo hubiera formado parte del jurado de los Bram Stoker Awards del 1987, mi voto hubiera sido para la novela de McCammon, y eso que tengo debilidad por el estilo de King, pero es que el Canto del cisne es pura canelita fina.

El porqué no se ha producido una película, o mejor aún una serie de televisión con el guión de éste libro es algo que se me escapa, quizá no ha llegado a las manos adecuadas, pero bajo mi punto de vista de espectador tendría un enorme potencial. Ahí lo dejo caer.

Con esta novela nos adentramos en el terror apocalíptico (¿ y eso que es ?). Bajo mi punto de vista, toda novela que mezcla género de terror y sobrenatural en un ambiente histórico apocalíptico (en este caso se trata de la tercera guerra mundial y la destrucción del planeta con cabezas nucleares lanzadas por las grandes superpotencias), podría considerarse como terror apocalíptico, de todas maneras, no soy muy dado a encasillar novelas dentro de subgéneros.

El canto del cisne arranca con la destrucción masiva de la Tierra mediante misiles nucleares, a partir de ahí discurren tres tramas paralelas de supervivientes de la masacre: Swan, una niña de diez años y Josh, un gigante luchador de pressing-catch se ven atrapados bajo los escombros en un sótano de una gasolinera. La hermana Creep, una indigente, consigue sobrevivir gracias a encontrarse en un túnel del metro de la ciudad. El joven Roland consigue salvar la vida al Coronel Macklin en uno de los bunkers que se derrumba al ser alcanzado por misiles atómicos.

Tres historias paralelas, que poco a poco irán revelando la  verdadera condición de los protagonistas, y en medio de ellas, un extraño ser, capaz de adoptar cualquier forma imaginable, que busca algo, un objeto codiciado que posee la hermana Creep, pero que ni ella misma es consciente de su valor.

El verdadero terror no son los misiles nucleares, sino el sufrimiento por la supervivencia de los pocos que consiguen superar el impacto inicial. Aún así, siendo pocos, la convivencia no va a ser nada fácil.

"Podemos reconstruir las cosas, pero mucho mejor de como eran. Podemos tener ley y orden, e imponer las leyes...
- ¿ Qué leyes ? ¿ Las tuyas ? ¿ Las del muchacho ? ¿ Quién va a hacer esas leyes ?
- El hombre que tenga la mayor cantidad de armas- contestó Roland."

(cita de El canto del cisne de Robert McCammon)

McCammon consigue poner delante del lector más de 1.000 páginas sin que en ningún momento la acción decaiga, por su extensión, es imposible leer la novela de una sola sentada, pero no por falta de ganas, sino porque sus 22 horas de lectura ininterrumpida serían imposibles (yo a mi ritmo tardé ese tiempo espaciado durante una semana).

Ninguna de las tramas paralelas desmerece a las otras, todas consiguen interesar al lector por igual, y poco a poco van convergiendo hacia una única trama final, dónde la intensidad de la novela se mantiene hasta el sorprendente final.

Si estuviéramos en un blog de novela en general, sin duda la calificación sería la máxima, pero teniendo en cuenta que estamos en un blog de novela de terror, no puedo menos que quitarle un punto, ya que precisamente el aspecto sobrenatural de la novela queda eclipsado por la trepidante trama apocalíptica en la cuál se desarrolla.

Nota: 9/10

4 comentarios:

Jose Manuel dijo...

Ya empecé un poco y me gusta, lectura ágil, lo compaginaré con Apartamento 16.

Jose Manuel dijo...

Llevo un 40%, me esta gustando mucho, es de ágil lectura. Lo único que hecho en falta es una trama menos lineal.

Manuel Sánchez Rus dijo...

Es extraordinaria. La terminé anoche y sólo hay una mínima inconsistencia al final. No obstante,recomien donde encarecidamente su lectura. Como el autor del blog,creo que es mejor que Misery. Para mi,que descubro a este autor, va a ser el comienzo de una gran amistad.

Artur dijo...

Gracias por la reseña, ya encargué este libro