21 de julio de 2016

Reino de tinieblas (Dean Koontz)


Esta semana me apetecía leer algo de Dean Koontz, sabiendo la alta valoración y éxito que tiene el escritor norteamericano, tenía que darle una segunda oportunidad después del mal regusto que me dejó "Falsa Memoria". Así pues Hideaway, traducida al castellano como "Reino de tinieblas" es la novela que ha llenado mis horas muertas de este caluroso y amodorrante mes de julio.

Los meses de verano con estas olas de calor sofocante no invitan precisamente a la lectura, más bien a salir a tomar el aire y una cerveza bien fresquita al chiringuito más cercano. Hace varias décadas la bolsa de playa siempre iba cargada con alguna lectura veraniega, y era común ver lectores tostándose al sol sobre sus toallas con un libro o revista en la mano. Hoy en día la cosa ha cambiado, las tablets y smartphones han relegado al libro a las estanterías de casa y el lector playero se ha convertido en una nueva especie en extinción. Quizá por eso me sorprendió encontrar el otro día una de estas "rara avis" enfrascado en una lectura de Edgar Allan Poe en una de las sillas del chiringuito playero, concentrado en la lectura a pesar del gigante altavoz a un metro del hombre escupiendo música reggaeton a todo volumen. Somos pocos, pensé, cada vez menos, es desolador. Es difícil promover la lectura entre las generaciones jóvenes, quizá si en Pokemon Go al cazar cada bicho te regalaran un libro para descargar aún habría un rayo de esperanza, quién sabe. 

A lo que íbamos, "Reino de tinieblas" de Dean Koontz.

Hatch y Lindsey son un matrimonio que intenta superar la muerte de su único hijo, un accidente de coche cambiará para siempre sus vidas. Hatch es ingresado en el hospital clínicamente muerto, allí Jonás, un médico experto en la reanimación post-mortem consigue devolverlo a la vida tras más de una hora en el reino de las tinieblas.

Hatch retorna al reino de los vivos, pero al parecer ha traído algo más de su viaje por el inframundo, una terrible visión que enlaza a Hatch con un sanguinario asesino en serie. El problema es que ese enlace es bidireccional, y el asesino (Vassago se llama) también puede intuir telepáticamente lo que pasa por la cabeza de Hatch.

Vassago pone a Hatch y a su familia en la lista de próximas víctimas, una persecución que sólo puede acabar mal.

La novela conquistó en su momento el número uno de la lista de bestsellers del New York Times, haciendo buena mi ley del escritor de terror: "Infancia traumática, éxito como escritor asegurado". Y es que Koontz con un padre alcohólico, violento y vago sin duda sabe bastante de infancias y adolescencias traumáticas, aunque de ésto escribiremos otro día, que hoy con tanto calor no apetece.

Nota: 7/10

1 comentario:

Jose Manuel dijo...

Creo que no acertaste al escoger sus libros, yo Hubiese empezado por Fantasmas, dicen que es su mejor libro, lo leí de adolescente y me gustó muchísimo, tenía un rollo Silent Hill que molaba.

Acabé recientemente Susurros y quedé satisfecho, me enganchó muchísimo pero la historia hacia aguas. Me gusta como describe, muy inmersivo.