5 de mayo de 2015

El palacio de la noche eterna (José Maria Latorre)




Volvemos a repasar el terror español de la mano del maño José Maria Latorre. Fue (ya que falleció el año 2014) un escritor con más de 40 libros dentro del género de terror, a los que hay que añadir un buen número de guiones de novelas de nuestro amado género adaptados para televisión.

Si tiene mucho mérito dedicarse a la difícil temática de lo oscuro, tiene doble mérito escribir para un público juvenil. "El palacio de la noche eterna" publicado en la serie roja de la editorial Alfaguara está orientado a cubrir el nicho de la literatura infantil y juvenil de terror.

Recuerdo allá por los años 80 cuando Forum Editores sacó la colección "Biblioteca del Terror", esa fue mi aproximación infantil/juvenil a este fascinante género. Por aquella época no estaba cubierta la demanda de libros de miedo infantil, y la colección de Forum, sin tapujos, sin censura previa, aunque eso sí, con una selección de títulos selecta, sirvió a muchos jóvenes para quedar enbaucados en este mundillo.

El palacio de la noche eterna es una novela que pasa el filtro de la censura, el vocabulario es muy light, en algunos momentos llega a ser hasta rebuscado, paradójicamente alejado de la forma de hablar y escribir de los jóvenes de hoy en día.

Tras una prolongada estancia en Suráfrica, la familia Mortimer vuelve a su antiguo palacio en Kensfield. Christopher había sido un amigo de infancia inseparable de Jeremy, el joven Mortimer, ahora diez años después quiere saber que ha sido de la vida de su amigo, sin embargo al realizar una visita al palacio, el padre de Jeremy le prohibe verlo alegando una enfermedad de su hijo.

A la vez llega a Kensfield Balasz, un investigador de leyendas y temas ocultos. Con su llegada comienzan a suceder exhumaciones en el cementerio local, todo apunta a Balasz, sin embargo él sabe quien es el autor de estos macabros actos, y que no se va a conformar sólo con molestar a los muertos.

Entiendo que no se puede dar a la mente inmadura de un adolescente el terror con toda su crudeza, que, por decirlo de manera llana, se debe dosificar el susto, al fin y al cabo, tampoco se trata de atemorizar a nuestra juventud y crear una generación de psicópatas en potencia. Pero de ahí a la mojigateria hay un largo camino, y la virtud está en encontrar un término medio que sea creíble para el lector.

"El palacio de la noche eterna" puede ser ese término medio, si eres padre o madre no sufras, lo más terrorífico del libro es la portada, el contenido está muy azucarado para no perturbar más de lo necesario los cerebros de nuestros queridos niños. No hay vocabulario malsonante ni situaciones desagradables.

Nota: 5/10

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