25 de octubre de 2016

El exorcista (William Peter Blatty)


La mayoría de nosotros recordamos "El exorcista" como una película impactante. Con el paso del tiempo -se estreno en 1973- se ha convertido en todo un clásico del terror, valorada como una de las mejores de su género, ni siquiera ha sido desbancada por las millonarias producciones cargadas de efectos especiales modernos. La mayor parte de este mérito es de William Peter Blatty que además de escribir el guión para la película, fue el autor de la novela dos años antes.

La película está cargada de incidentes de lo más extraños, dos de los actores mueren durante el rodaje, grupos de presión tanto de la iglesia católica como de los satanistas presionaron y se quejaron del proyecto. Los métodos del director eran un poco especiales, instaló una cámara frigorífica para que el vaho de los actores fuera lo más real posible, de vez en cuando, y por sorpresa, hacía explotar petardos para que los actores mantuvieran ese estado de tensión perpetuo, no avisó al actor que hacía el papel de sacerdote cuando le tiró un chorro de puré de guisantes a la cara que simulaba vómito. Toda esa tensión se trasladó al público que quedó impactado, en el estreno de la película numerosos espectadores sufrieron ataques de nervios, lo cual supuso una publicidad extra para que el film se convirtiera en todo un éxito.

La historia comienza en Irak, donde el padre Merrin descubre en una excavación arqueológica una estatuilla del diablo Pazuzu -un semidiós Sumerio-, ahí el mal que dormía aletargado se despierta. Mientras en Georgetown, Regan, una niña de doce años hija de una famosa actriz, comienza a experimentar extraños cambios de conducta. Tras un periplo entre médicos y psiquiatras que no consiguen discernir el origen de los erráticos comportamientos de la niña, Regan es recluida en su habitación, y atada a la cama para evitar que ella misma pueda causarse daños.

Su madre descubre bajo su cama un libro de brujería, nadie sabe como ha podido llegar allí, todos suponen que la descripción de una posesión en el libro ha hecho florecer una segunda personalidad maléfica oculta dentro de la niña, de manera que solicitan la ayuda del padre Damien Karras, un jesuita poco convencional que tratará por todos los medios de hallar una explicación científica a todos los comportamientos de la niña: levitación, desencajamiento de huesos, transformación de rostro, vómitos continuos, don de lenguas muertas, y un largo etcétera de monstruosidades.

Karras tras corroborar todas las pruebas y verificar el lamentable estado de la niña pide ayuda al obispado y le envían al padre Merrin, uno de los pocos expertos en el arte del exorcismo. La lucha entre los sacerdotes y el demonio está servida.

Tras los cientos de libros que han pasado por este blog, tengo la sensación que éste es uno de los que más me ha aterrorizado como lector. El autor se centra en la trama, no se anda con florituras, no se prodiga en transiciones lentas de un escenario a otro, simplemente va al grano, cosa que se agradece enormemente. Aún así, modela a los personajes con mano de hierro, de manera tanto el sacerdote Karras, como el detective Kinderman, como el propio demonio en el cuerpo de Regan, son unos de los personajes mejores caracterizados en el género de terror.

Por cierto, Kinderman, el detective, tiene un asombroso parecido tanto físico como psíquico al propio teniente Colombo, personaje de serie, cuyos capítulos comenzaron a emitirse en 1971, el mismo año que se publicó la novela. ¿ Concidencia ?, no creo.

El libro simplemente es aterrador desde la primera a la última página, no sobra nada, no falta nada. Por poner una pega, la traducción al castellano abusa de formas verbales poco usuales, y eso puede hacer que el lector se despiste ligeramente de la trama principal.

Nota: 9,5/10

3 comentarios:

Jose Manuel dijo...

¿Vale la pena si viste muchas veces la película? La recuerdo perfectamente y eso me tira para atrás, tengo miedo si al leerlo voy prediciendo lo que va a pasar luego.

LLunatic dijo...

El guión de la película lo escribió el mismo autor del libro, por tanto, es fiel a la idea original. Los libros siempre tienen matices difíciles de plasmar en las películas, por eso pienso que son cosas complementarias que si están bien hechas se enriquecen de forma mutua.

Jose Manuel dijo...

Llevo casi un 50%, muy bueno, se le fácil como el libro Psicosis. El policía si que recuerda mucho a Colombo.