24 de mayo de 2017

La casa vacía (Algernon Blackwood)


En la anterior entrada del blog la casa de Amitville fue la protagonista, en esta entrada le toca el turno a otra casa, "La casa vacía" de Algernon Blackwood, que da título a uno de los relatos más famosos de autor, pero a la vez es la antesala de una antología de relatos de 1906.

Como siempre, Algernon no deja indiferente al lector, o aburre hasta la saciedad, o hace que un escalofrío recorra tu espina dorsal, no hay término medio. Por este blog ya han pasado tres libros de este enigmático autor: "John Silence", "Los Sauces" y "El Wendigo", y con el tiempo parece que le voy cogiendo cierto cariño, aunque reconozco que donde mejor se desenvuelve Algernon es con sus historias ambientadas en la naturaleza abierta, ahí estamos ante el auténtico maestro del género, si es que existe el género del terror en la naturaleza, claro.

En esta perdigonada de relatos, el autor se atreve con casas encantadas, fantasmas, apariciones, y no deja de lado sus relatos ambientados en espacios abiertos, como "El valle de las bestias" o "Lobo corredor", para mi gusto, sin duda, los mejores relatos que podemos encontrar en esta recopilación.

Fuera de estos dos, el resto de relatos flojean bastante, uno de los que se salva del tedio es "El hechizo de la nieve", curioso e inquietante, los demás no han aguantado muy bien el paso del tiempo, y es que hoy en día, pocas cosas nos causan impresión.

Nota: 6/10

12 de mayo de 2017

El horror vuelve a Amityville (Jay Anson)


En este blog hemos viajado varias veces a lugares malditos. El Resplandor, Apartamento 16, Malpertuis, Relato de Otoño o La casa infernal, son buenos ejemplos de ello. Todos tienen algo en común, han nacido de las mentes de sus autores. Sin embargo "El horror vuelve a Amityville" es un relato de un lugar maldito basado en unos hechos acontencidos en el famoso número 112 de Ocean Avenue de Amityville, un lugar de peregrinación para los aficionados a los fenómenos paranormales.

El planteamiento del autor es narrar los hechos a partir de las declaraciones de la familia afectada, el padre Mancuso, como sacerdote de la zona, el policía encargado del caso, y las posteriores reconstrucciones de los hechos de personas que visitaron la casa. A partir de esta amalgama de contenido, Jay Anson ordena cronológicamente los hechos y los expone de forma cruda al lector.

Todo comienza en las navidades de 1975 con la familia Lutz en busca de su casa ideal para vivir. La zona de Amityville se escapa a sus posibilidades económicas, excepto por un caserón en el 112 de Ocean Avenue, sospechosamente barato. Allí un año antes un chico acabó con la vida de toda su familia. Al ser interrogado por la policía solo acertó a decir que la casa le había inducido a hacerlo.

Los Lutz no creen en supersticiones ni maldiciones, así que en las navidades de ese año se instalan en la casa. Así comienza el calvario de la familia, alguna fuerza sobrenatural comienza a hacerles la vida imposible. Los Lutz sufren frío polar, ventanas rotas, apariciones fantasmales, levitación, transformación corporal, objetos que se mueven, y otros percances capaces de poner los pelos de punta a cualquiera.

Su resistencia se va quebrando poco a poco, ni siquiera la ayuda del padre Mancuso sirve para alejar la enorme fuerza demoníaca que se ha apoderado de la casa. Un mes después los Lutz abandonan el lugar y cuentan a la prensa este abominable relato.

Los explicacionologos (término que acabo de acuñar para referirme a las personas que siempre quieren explicar todo de forma lógica), dicen que el relato de los Lutz fue un fraude, se rumorea que el asesino de la familia anterior (DeFeo de apellido) hizo un trato con la familia Lutz para que vivieran un tiempo en la casa y contaran toda clase de fenómenos paranormales, con el fin de que su versión de los hechos en el juicio quedara respaldada, y de esta manera obtener una pena menor. Sin embargo la familia Lutz se sometió a las pruebas del polígrafo en un conocido programa televisivo americano, quedando demostrado que decían la verdad.

Desde entonces Amityville ha generado ríos de tinta y una decena de películas. Tras los Lutz la casa ha sido habitada por otras familias, y ninguna de ella ha vivido nada parecido, por ello el fenómeno ha quedado como una curiosidad y un lugar de culto para los cazadores de poltergeists.

Nota: 8/10

4 de mayo de 2017

El alzamiento (Brian Keene)


Cuando una temática se repite demasiadas veces acaba cansando. En los últimos años, por no decir, décadas, hemos sufrido una invasión zombie en las estanterías de las librerías, a eso hay que sumar las series de televisión tipo "Walking dead", y el empacho de zombie se ha consolidado con películas y videojuegos ambientados en entornos post-apocalípticos.

El Alzamiento, novela de Brian Keene de 2003, fue una de las primeras en abrir el melón de este movimiento zombie que tanto ha calado en nuestro día a día.

Frente al estereotipo del zombie simplón y lento de reflejos, Keene sorprende con unos zombies más evolucionados, capaces de hablar y empuñar armas, y tan rápidos como las personas.

El germen del alzamiento comienza en un laboratorio experimental, los zombies cobran conciencia de raza predominante, los humanos son solo alimento, carne fresca para saciar el hambre.

Keene conjuga un elenco de personajes perdedores en el mundo real: un divorciado, un cura, una prostituta, y los convierte en héroes y supervivientes en el mundo apocalíptico. Esto es un punto a favor del autor, que huye de los patrones clasistas del género, cosa que se agradece.

En contra, lo dicho, género más que trillado, ambientes y situaciones vividas infinidad de veces, situaciones predecibles, todo ello desmerece un poco la lectura de la novela, quizá no en 2003, pero sí hoy en 2017.

Nota: 6,5/10